Cómo cuidar tu bonsái

por Fran
/
22 de febrero de 2023

Los bonsáis son árboles en miniatura que requieren un cuidado especial para mantener su un buen diseño y salud. Aunque son originarios de China, se han vuelto populares en todo el mundo debido a su aspecto estético y relajante. Si eres un entusiasta de los bonsáis, es importante que sepas cómo cuidarlos adecuadamente para mantenerlos saludables y con el mejor aspecto posible durante años. En este artículo, te brindamos una guía completa sobre cómo cuidar tu bonsái, incluyendo trasplante, poda, abonado, y ubicación.

Riego del bonsái

El riego es una parte fundamental en el cuidado de tu bonsái, para ello deberás informarte bien sobre los requerimientos de tu árbol ya que puede varias mucho de unas especies a otras, por ejemplo, los acebuches requieren de un riego contenido mientras que los arces prefieren un riego más abundante sin dejar que el sustrato se seque en ningún momento. Pero si tenemos que destacar una particularidad en común de todos los bonsáis es el evitar que se encharquen, un encharcamiento produce podredumbre de raíces y proliferación de hongos en la mayoría de las especies de bonsái, aunque como en todo siempre hay excepciones.

Trasplante del bonsái

El trasplante del bonsái es una parte importante de su cuidado, ya que le proporciona espacio y nutrientes adicionales. En general, los bonsáis deben ser trasplantados cada dos o tres años, dependiendo del tipo de árbol y su tamaño. Los árboles más grandes y más viejos pueden necesitar trasplantes con menos frecuencia.

Para trasplantar tu bonsái, necesitarás una maceta adecuada al tamaño del árbol, una mezcla de sustrato especial para bonsáis, herramientas adecuadas para realizar el trabajo, alambre para sujetar el árbol en su lugar y rejillas de trasplante.

Los pasos para trasplantar tu bonsái son los siguientes:

  1. Elige la época adecuada para trasplantar tu bonsái. La mejor época es justo antes de primavera cuando el árbol empieza a hinchar las yemas.
  2. Prepara la nueva maceta: Lava bien la maceta nueva coloca las rejillas de drenaje, los alambre – de anclaje y coloca una capa de sustrato que permita un buen drenaje, por lo general se puede usar el mismo sustrato que en el resto de la maceta, pero si tienes la posibilidad de cribarlo y ubicar el de mayor granulometría en la parte inferior de la maceta sería perfecto.
  3. Retira el bonsái de su maceta actual: Golpea ligeramente los lados de la maceta para aflojar la tierra, puedes ayudarte de un haz de trasplante o una espátula, luego saca el bonsái. En ocasiones, si el árbol está demasiado arraigado, tendrás que romper la maceta para poder sacarlo, sobre todo en los casos en los que la maceta tenga un labio hacia la parte interior.
  4. Limpia las raíces: Utiliza un desarrollador de raíces y desenredar suavemente las raíces y eliminar la tierra vieja. Si hay alguna raíz dañada o enferma, córtala con las tijeras de podar. En caso de que cortes raíces muy gruesas puedes usar pasta cicatrizante para sellar la herida y evitar una posible entrada de patógenos.
  5. Coloca el árbol en la nueva maceta: Coloca el árbol en la maceta nueva, asegurándote de que quede en el centro y que las raíces queden bien esparcidas, en caso de que el árbol tenga una inclinación hacia alguno de los lagos o mayor peso de ramas en un lado en concreto se suele situar desplazado al lado contrario para compensar.
  6. Sujeta el árbol: Usa alambre para sujetar el árbol en su lugar, para que quede bien fijado puede usar el alicate de jin, pinzar los dos extremos del alambre y tirar hacia afuera a la vez que lo vas girando.
  7. Agrega la mezcla de sustrato: Agrega la mezcla de sustrato especial para bonsáis a la maceta, llenando los espacios entre las raíces para ello puedes palillear el sustrato de manera que no queden burbujas de aire entre las raíces y el sustrato.
  8. Riega el árbol: Riega el árbol abundantemente, pero a baja presión para asentar la tierra y asegurarte de que la humedad llegue a todas las raíces y se elimina el polvo que pueda contener el sustrato, deja que el agua corra a través de los agujeros de drenaje hasta que salga lo más limpia posible.

Aquí tienes algunas herramientas que te pueden ayudar durante el proceso de trasplante:

Poda del bonsái

La poda del bonsái es una técnica importante para mantener su forma y tamaño, y también para promover su salud. La poda adecuada ayuda a mantener un equilibrio entre la raíz y la parte aérea del árbol, así como a reducir el tamaño de las hojas y ramas para crear una apariencia más atractiva.

Hay dos tipos de poda que se pueden realizar en un bonsái: la poda de mantenimiento y la poda estructural. La poda de mantenimiento se realiza para mantener la forma y el tamaño del bonsái, mientras que la poda estructural se realiza para dar forma al árbol y establecer la estructura básica.

Para podar tu bonsái, necesitarás tijeras de podar afiladas, una herramienta de corte para ramas más gruesas y pasta selladora para heridas. Aquí te dejamos algunos consejos para podar tu bonsái de forma adecuada:

Comienza por la parte superior del árbol: Recorta las ramas que crecen verticalmente o hacia arriba para dar forma a la copa del árbol. Deja las ramas laterales que crecen horizontalmente o hacia abajo, ya que son las que ayudan a crear la estructura y equilibrio.

Corta las ramas enfermas o dañadas: Identifica las ramas muertas, enfermas o dañadas y recórtalas para evitar que afecten la salud del árbol. Para realizar este trabajo es aconsejable que uses una podadora cóncava para que el árbol pueda cerrar la herida correctamente sin crear abultamientos indeseados, además deberás sellar la herida con pasta cicatrizante.

Reduce el tamaño de las hojas: Las hojas grandes pueden hacer que el bonsái parezca desproporcionado. Puedes recortar las hojas más grandes para que el árbol tenga un aspecto más equilibrado. Además, realizar un defoliado cuando el árbol se encuentre en optimas condiciones ayudará a reducir el tamaño.

Poda las raíces: La poda de raíces es importante para evitar que el árbol se ahogue y mantener su tamaño. Realiza la poda de raíces al mismo tiempo que el trasplante para evitar estrés innecesario en el árbol.

Recuerda que es importante no podar más del 40% del árbol en una sola sesión, siempre y cuando el árbol se encuentre en perfectas condiciones de salud, ya que esto puede afectarle muy negativamente. Es mejor hacer varias sesiones de poda más pequeñas a lo largo del año para evitar estrés en el árbol.

Aquí te dejamos algunas herramientas que te pueden ayudar durante el proceso de poda:

Abonado del bonsái

El abonado es importante para proporcionar a tu bonsái los nutrientes necesarios para su crecimiento y salud. Los bonsáis requieren una nutrición específica que se puede obtener a través de una mezcla de abono mineral y orgánico.

El abono mineral es una fuente de nutrientes rápida y eficaz, pero puede ser tóxico si se utiliza en exceso. Por otro lado, el abono orgánico es una fuente más lenta de nutrientes, pero es más seguro para el árbol y ayuda a mejorar la calidad del suelo.

Para abonar tu bonsái, es importante seguir estas recomendaciones:

Abona tu bonsái una vez cada 15 o 20 días durante la temporada de crecimiento. En invierno, reduce la frecuencia a una vez cada dos meses. Siempre siguiendo las recomendaciones del fabricante.

Sigue las instrucciones de la etiqueta para evitar sobrecargar el árbol de nutrientes.

Humedece tu bonsái antes de abonar para que pueda absorber mejor los nutrientes o no se seque debido a un exceso de minerales. Una forma optima de abonado es incluir la dosis de abonado disuelta en nuestro riego.

Algunos abonos disponibles en nuestra tienda que usamos nosotros mismos para el mantenimientos de nuestros bonsais:

Dónde ubicar tu bonsái

El lugar donde ubiques tu bonsái es clave para su supervivencia y crecimiento. A continuación, te damos algunas recomendaciones sobre la ubicación ideal para tu bonsái:

Luz: Los bonsáis necesitan luz para realizar la fotosíntesis y crecer adecuadamente. Ubica tu bonsái en un lugar con luz natural, preferiblemente el exterior de una ventana, patio o terraza con orientación sur este durante el invierno, y procurando evitar las horas centrales de sol durante el verano.

Temperatura: Dependiendo de la temperatura de la zona en la que puedas tener tus bonsáis deberás de escoger unas especies o otras, principalmente podemos dividir dos grandes grupos de manera muy genérica, árboles tropicales como por ejemplo los ficus y árboles mediterráneos como por ejemplo los olivos o granados.

Humedad: Como hemos comentado anteriormente dependiendo de las condiciones en las que podemos ubicar nuestros bonsáis debemos de seleccionar una especie u otra siendo la más adecuada para climas tropicales con alta humedad y temperaturas suaves los ficus o bien temperaturas más extremas y menos humedad especies mediterráneas como los olivos o los granados.

Viento: Evita ubicar tu bonsái en lugares donde esté expuesto a vientos fuertes o corrientes de aire, ya que pueden dañar su estructura, y sobre todo resecar demasiado el sustrato especialmente durante los meses más calurosos.

Conclusión

Cuidar un bonsái requiere tiempo, paciencia y dedicación, pero los resultados pueden ser gratificantes. Al seguir estas recomendaciones para el trasplante, poda, abonado, ubicación y riego de tu bonsái, podrás mantenerlo saludable y con una apariencia atractiva. Recuerda que cada especie de bonsái puede tener necesidades específicas, por lo que es importante investigar sobre las necesidades particulares de tu árbol.

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Unirse a la lista de espera Le informaremos cuando el producto llegue a stock. Por favor, deje su dirección de correo electrónico válida a continuación.